miércoles, 24 de octubre de 2007

Las estrellas y sus cantos.

La luna, las estrellas y las galaxias han sido materia de múltiples miradas e investigaciones, ya por parte de los enamorados que ven en éllas como el reflejo de sus ondas emocionales, ya por parte de los astrónomos que desean "0ir"las estrellas en sus cantos rítmicos cósmicos para, luego, verlas en su desnudez púdica a través de telescopios ópticos.

Los astrónomos "oyen" las estrellas y las galaxias recogiendo sus ondas y sus radiaciones eléctricas por medio de instrumentos registradores llamados radiotelescopios, compuestos de un reflector parabólico y de un receptor de alta sensibilidad.

Se llaman ondas radioeléctricas a las radiaciones provenientes de las estrellas, de las galaxias y del gas interestelar. Esas ondas no se deben confundir con las electromagnéticas, que son ondulaciones formadas por condensaciones y rarefacciones de energía.

Y para comprender mejor el concepto, podemos decir que todos los circuitos eléctricos que conducen corriente alterna irradian una parte de su energía eléctrica en forma de ondas de radio.

Las ondas radioeléctricas vienen del espacio y las electromagnéticas van hacia él para trasladar el mensaje del cosmos y el pensamiento del hombre.

martes, 23 de octubre de 2007

Reflexiones en general

Este blog tiene por objeto dar a conocer a todos los lectores una serie de reflexiones sobre temas de interés cultural, legal, científico y de la vida diaria. Iniciaré pronto su publicación. Espero recibir sus comentarios.

Samuel Morse

El 27 de abril de 1791, nació en Charleston (Massachussets) el pintor y científico Samuel Finley Breese Morse, padre del telégrafo y del código que lleva su nombre. A los veinte años de edad, se dedicó de lleno a la pintura en la cual se destacó habiendo expuesto públicamente muchos cuadros entre los cuales el “Hércules moribundo” mereció una medalla de oro concedida por la Adelphi Society of Arts. Su entusiasmo por la pintura se prolongó durante toda su vida pero las producciones más famosas tuvieron salida entre los años 1811 y 1835.

En la ciudad de Nueva York fue fundador de la Academia Nacional de Dibujo y profesor de esta delicada rama del arte y de literatura en la Universidad de esa misma ciudad.

En uno de sus viajes marítimos, estuvo reflexionando sobre la forma de transmitir, en forma instantánea, el pensamiento humano a través de la electricidad y un hilo. Con estos pensamientos, ideó el telégrafo, invención que lo hizo famoso.

Morse conectó e interrumpió un circuito mediante una rejilla corrediza con puntas metálicas que, al deslizarse, operaban un interruptor. Para la emisión de señales de interpretación de letras y números, inventó un sistema de combinación de puntos, rayas y espacios en blanco, entendiéndose que las combinaciones de señales cortas correspondían a las letras de frecuente utilización, como las vocales, y las combinaciones de señales largas para las letras de menor uso en el lenguaje corriente.

Después de haber ideado los anteriores sistemas, hizo su primer ensayo de transmisión telegráfica el 24 de mayo de 1844 entre las ciudades de Baltimore y Washington, distantes entre sí 64 kilómetros. En esa emisión, invocó a Dios como impulsador de esta revolucionaria invención que, con el tiempo, cambiaría todos los sistemas de comunicación a distancia, con estas palabras: “What hath God wrought”, vale decir, “lo que Dios ha escrito”. El éxito de esta primera comunicación por telégrafo con hijos, durante el cual se conocieron datos del estado del tiempo en las dos ciudades mencionadas, cundió por todo el territorio americano, aplaudiéndose ka invención por cuya patente sufrió Morse algún tiempo.

El código internacional de telegrafía Morse está compuesto de puntos y rayas y se constituyó en idioma universal. También se utilizó en comunicaciones por medio de banderolas, señalizadores, señales de luces, pitos, etc.

Ya anciano, Morse se dedicó nuevamente a la pintura en Locust Grove – New York – hasta cuando llegó la muerte el 2 de abril de 1872.

En el Central Park de Nueva York se levantó, en vida del homenajeado, una estatua de bronce en reconocimiento popular por el invento que permitió a la humanidad utilizar los hilos del progreso.