jueves, 12 de junio de 2008

Pedro Morales Pino.

En la villa de Cartago, situada al norte del Valle del Cauca, nació el 22 de febrero de 1863 este gran exponente de nuestra música colombiana, Pedro Morales Pino, hijo de José Morales y Bárbara Pino, raizales de esa misma ciudad. Desde su mocedad demostró inclinación por el dibujo y la música y cultivó con celo su ejercicio en tal forma que un buen día del año de 1877, Adolfo Sicard, uno de los más entusiastas componentes de la tertulia "El Mosaico", halló este tesoro y lo trajo para Bogotá.
El ambiente propicio hallado aquí para la buena música fue el determinante del éxito y de la creatividad del maestro Morales Pino cuya vida musical se puede concretar así: se preparó convenientemente en la Academia Nacional de Música y luego inició su obra creadora dando al bambuco su peculiar rasgueo y síncopa; divulgó por la América nuestra música típica; fundó a finales del siglo XIX la Lira Colombiana, primera estudiantina del país que mereció los más estruendosos aplausos en los elegantes bailes de la ciudad y en las veladas hogareñas; enseñó sus métodos a aventajados discípulos como Ricardo Acevedo Bernal, Emilio Murillo, Luis A. Calvo y Alejandro Wills, cuyas composiciones han engrosado el caudal musical de Colombia; compuso toda clase de bambucos, pasillos, danzas y valses que en el presente se escuchan con agrado; nostalgia y sentimiento y, finalmente, ejecutó con habilidad y donaire la bandola y la guitarra.
Según Jorge Añez, en su libro "Canciones y Recuerdos" editado por la Imprenta Nacional en 1951, "Morales Pino fue un músico nato por temperamento y por disciplina” que recogió los ritmos de la época para estructurar nuestra verdadera música típica.
En su estudio del "Pasaje Rivas", de la ciudad de Bogotá, Carlos Wodswordi, Blas Forero, Antonio Páramo, Gregorio Silva y Carlos Escamilla, integrantes con Morales Pino de la estudiantina mencionada, ensayaban noche tras noche diferentes piezas para sus futuras presentaciones en el exterior y. en todos los rincones de Colombia. Y en el repertorio, claro está, no podían faltar las obras del profesor y director. Se pueden recordar aquellos pasillos "Pierrot", "Confidencias", "Rayo X", "Reflejos". Los bambucos "Fusagasugueño", "Ingrata y Trigueña" resuenan todavía en el ambiente como sus valses "Ana Luisa" "Mar y Cielo" y "Los Lunares".
Morales Pino murió en Bogotá el 14 de marzo de 1926 y fue objeto de especiales homenajes póstumos, cuya organización fue encabezada por el famoso intelectual Cornelio Hispano. El Congreso Nacional ordenó que el sepelio fuera costeado por el erario público. Sus restos hoy reposan en su ciudad natal donde se construyó un monumento a su memoria.
Pedro

1 comentario:

Anónimo dijo...

hello there and thank you for your info – I've certainly picked up something new from right here. I did however expertise a few technical points using this site, as I experienced to reload the site lots of times previous to I could get it to load properly. I had been wondering if your hosting is OK? Not that I'm
complaining, but sluggish loading instances times will very frequently affect
your placement in google and can damage your high quality score if advertising and marketing with Adwords.
Well I am adding this RSS to my email and can look out
for a lot more of your respective intriguing content.
Make sure you update this again soon.

My web-site :: anti cellulite treatment